Investigación sobre la docencia
Se me ocurrían tantas que no se me ocurría ninguna y pregunté a Google. Y Google me respondió con un artículo donde se recogen 11 desafíos para la docencia en estos tiempo y de cara al futuro. Aquí está.
De todas ellas, he elegido esta:
De todas ellas, he elegido esta:
El docente ante la paradoja de la evaluación:
reflexiones sobre el proceso de evaluación del aprendizaje
y la evaluación del desempeño docente.
[...]Como es apenas lógico, los procesos de evaluación del aprendizaje son indispensables en cualquier nivel educativo, pero solo desde hace algunos años la
evaluación ha aumentado su radio de acción para ahora evaluar el desempeño de los docentes, bajo el marco de políticas destinadas al mejoramiento de la
calidad educativa. El efecto de la evaluación, dependiendo del contexto en el
que la asumen los docentes, puede pasar de reconfortante cuando son evaluadores a contraproducente cuando son evaluados, razón por la cual se hace
necesario establecer aquellos puntos de acuerdo y desacuerdo para poder
entonces plantear soluciones ante este desafío. [...]
Stenhouse (1987) manifiesta que la evaluación tiene varios fines, entre los que se citan:
• Conocer para comprender: de esta manera se pueden obtener datos
sobre las características de los estudiantes de forma individual y familiar.
• Comprender para actuar: en esta función se tiene en cuenta la individualización de la enseñanza. De esta manera se puede conocer: la actitud de
los estudiantes frente al docente, la autoimagen, la confianza en sí mismo,
el interés del estudiante, la participación y la forma como se sitúa el sujeto en relación con los aprendizajes, solo de esta manera la evaluación
es considerada formativa y cumple con el objetivo de regular el proceso
enseñanza-aprendizaje (p. 70). [...]
Teniendo en cuenta lo explicado hasta este momento, se muestra a continuación la paradoja que existe para los docentes entre los procesos de evaluación
del aprendizaje y del desempeño. Los puntos clave de dicha paradoja son:
•
Investigaciones y desafíos para la docencia del siglo XXI
más a concursos de popularidad que a una evaluación objetiva, también
es evidente el reduccionismo de la evaluación del aprendizaje a la aplicación de exámenes, quizzes o previas escritas, los cuales algunas veces son
estandarizados con el paso de los años.
• En segundo lugar, es normal el malestar que se genera por la aplicación de
instrumentos únicos y que pocas veces coinciden con la realidad de la práctica educativa en la evaluación de desempeño, pero en ocasiones se llega al
extremo de que los cuestionarios con que se evalúa a los estudiantes son
solo una fotocopia de una miscelánea o un capítulo específico de algún libro.
• Existe también un pago por méritos en la evaluación del aprendizaje. Este
mérito se puede ver claramente reflejado en políticas internas de los
colegios, como los llamados cuadros de honor, o en políticas nacionales
como la promoción anticipada, en la cual, gracias a los resultados de su
evaluación, un estudiante puede ser premiado con la promoción a un
grado superior.
• La emisión de juicios por parte de los directivos hacia el docente, basada
en los resultados de la evaluación, es quizás uno de los factores que más
puede influir en el rechazo a este proceso, pero por otra parte, al finalizar
un periodo o un año, es común encontrarnos con las llamadas comisiones
de evaluación y promoción, en las cuales se confabulan juicios valorativos
sobre los estudiantes, basados en los resultados de su evaluación.
• Siempre se critica a aquellos estudiantes que hacen apenas lo necesario
para aprobar o cumplir con lo que se les asigna; buscamos la excelencia
de todos y dejar de lado el simple “pasar raspando” o no perder; pero, al
mismo tiempo, es común encontrar en los docentes el superar la evaluación de desempeño sin importar con qué nota es suficiente para evitar
los problemas que acarrea el perderla.
Pero más allá de señalar la evidente paradoja entre la evaluación del aprendizaje
y la del desempeño docente, a continuación se presentan algunas sugerencias
que pueden permitir su mejoramiento:
• Establecer políticas educativas en las cuales los resultados de los procesos
de evaluación generen medidas de cambio y mejoramiento en aquellos que no alcancen los mínimos establecidos, en busca no solo de la consecución
de dichos mínimos, sino que estos sean superados con amplitud.[...].
El artículo es verdaderamente interesante y está lleno de datos relevantes, no sólo estadísticos, sino del parecer de los profesores y su temor a ser evaluados ya que se desconocen qué y quién y bajo qué paradigma obtendrán su calificación. Como ya dije anteriormente... ¿se debería hacer? ¿cómo?.
¿Repercutiría que los profesores fuesen evaluados en cómo ellos evaluarían a sus alumnos?
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